lunes, 7 de septiembre de 2009

La Crisis




No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendicion que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos

La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura.
Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.

Quien supera la crisis se superan a sí mismo sin quedar "superado".

Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.

La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia.

El problema de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.

Sin crisis no hay desafíos, sin desfíos la vida es una rutina, una lenta agonia.

Sin crisis no hay méritos.

Es la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, por que sin crisis todo viento es caricia.

Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo.

En vez de esto trabajemos duro.

Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla.

Albert Einstein

domingo, 6 de septiembre de 2009

ORACION DEL ESPIRITU SANTO

Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre, don, en tus dones espléndidos.
Fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo.
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas,
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
Si tu le faltas por dentro;
mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.
riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma al Espíritu indómito,
guía el que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

Y DIOS CREO AL ABUELO


Y DIOS CREO... A LOS ABUELOS
Y dijo Dios: “Hagamos al hombre, a nuestra imagen y semejanza (Gen.1. 26). Y exhalando su espíritu, creó al primer hombre, al que llamó Adán y a la primera mujer, que la llamó Eva, enviándolos a la tierra, para que sus vidas fueran fecundas.
De la unión de Adán y Eva, nacieron tres hijos. Caín que se dedicó a labrar la tierra, Abel que pastoreó con ovejas y Set, que Dios se lo concedió por Abel, que había sido matado por Caín (Gen.4. ss.).
Caín, después de matar por envidia a su hermano Abel y ser maldecido por Yavé, anduvo herrante y vagabundo sobre la tierra. Después de una relación con una mujer, tuvo un hijo al que llamó Henoc. Así mismo, a Set, también le nació un hijo, al que le puso por nombre, Enos.
Y es precisamente en este punto, pienso yo, cuando por su propia voluntad, el Padre, también creó a los primeros abuelos, en las personas de Adán y Eva.
Y uno, que hace poco más de año y medio, ha entrado en la “santa cofradía” de los abuelos, pasea casi a diario con su nieto y observa ese nuevo mundo que le rodea, y a veces… no le gusta o le gusta poco.
Durante el paseo, y aunque no se puede juzgar a las personas por su cara, pues su interior puede decir otra cosa, y no haciendo demasiado caso al clásico refrán “la cara es el espejo del alma”, contempla los rostros de los abuelos (generalmente hombres), muchos de ellos apagados, serios, como dormidos, quizás sin esperanza o lo que es más triste, dando la impresión de que solo esperan su final.
En cualquier caso, comprende, que enfrentarse cara a cara con la vejez, con los clásicos achaques que antes o después, todos nos vemos obligados a aceptar, evidentemente es una situación que resulta poco divertida, si además se añade, que hemos de cuidar, durante muchas horas del día a nuestros nietos, por las variadas circunstancias actuales, de nuestros hijos.
Sin embargo, hemos de tener en cuenta que al jubilarnos y descansar de nuestras obligaciones laborales, no podemos pensar que nuestra vida se ha de convertir en una siesta interminable, sino para estar siempre dispuestos a colaborar con aquellos que necesiten de nuestra ayuda. Y hoy, por suerte, la mayoría de las veces, está dedicada a cuidar de nuestros nietos.
Es muy importante, me parece a mí, no hacer las cosas por pura obligación, pues por mucho que uno se esfuerce, será siempre como llevar a rastras una cadena. Y por el contrario, cuando se hacen por amor, apenas cuesta nada. Es, como si en nuestro diario paseo, andando un kilómetro con gusto, nos dará la sensación de solo haber recorrido cien metros y en caso contrario, cien metros andados a disgusto, nos parecerá como si hubiésemos hecho un kilómetro.
El final, sería llegar al convencimiento de que existen dos formas de hacer las cosas. Por obligación y entonces resultan cansadas, aburridas y latosas. O hacerlas por amor y en este caso, se convierten en ligeras, gozosas y fecundas. A fin de cuentas, el premio, como siempre, es la sonrisa y el amor sincero que recibimos de los nietos.
Unos, sin duda en mayor número, así lo confiesan, felices de esa situación que les ha tocado vivir, sin lamentar, la sin duda, falta de libertad que a veces les hace añorar, el recuerdo de aquella juventud de tiempos pasados, vivida con la ilusión de ver crecer a sus hijos, ante una vida que empezaba.
Otros, desilusionados, Dios sabe por que, te comentan que ya la vida apenas les interesa y que van dejando pasar los días, las horas y los minutos, por que ya no hay nada que les ilusione y por lo que luchar.
Grave error, les suelo comentar, pues la vida sigue siendo hermosa, para seguir viviéndola con amor y con esperanza, para encontrar siempre algo positivo, detrás de cada adversidad. Y contemplar con entusiasmo, el gran regalo que el Cielo nos envía, con la llegada de nuestros nietos, que vienen para rejuvenecer nuestros gastados espíritus y para llenar de nuevo nuestra vida, de sueños y de ilusiones.
Y para ello, tal vez la solución sea, tener un alma despierta llena de espíritu para realizar cosas y para amar, alejarse todo lo más posible de la tristeza y tener la suficiente sensibilidad para sacar a la vida ese gran sabor, que a lo mejor para otros, no es más que aburrimiento.
Porque en definitiva, pienso yo, hemos de mentalizarnos y entender que todavía estamos vivos y que tenemos mucha vida para compartirla con todos y sobre todo con nuestros nietos.
Y finalmente, pensar, que la creación de los abuelos, es otra obra perfecta de Dios. De Dios, nada más y nada menos.

Las Jaculatorias




Son recordatorios, llamadas que nos sirven para vivir con más ahínco la intimidad divina. A veces no es fácil mantener un diálogo fluido con el Señor. Mil ruidos lo entorpecen. Es imposible lograr un mínimo de silencio interior. Dios parece confinado muy lejos de nuestros afanes, en el olvido de esos buenos propósitos que de vez en cuando todo cristiano cabal se hace. Cunde el desánimo, cuesta retomar la escucha. No hay tiempo para la Eternidad. Pero el Señor sigue estando ahí, a nuestro lado, esperando apenas un gesto o una palabra para precipitarse en las almas. Sin medida.



Por ello debemos servirnos de toda clase de argucias para lograr estar en presencia de Dios. Debemos conseguir que la letanía de nuestros días conforme un engranaje de amor. Cada vez más perfecto. Esgrimir excusas es un escollo que debemos superar cuanto antes. Resulta lo más fácil, el camino ancho que nos puede precipitar en el desasosiego, cuando no en el hastío del pecado. Creer supone un continuo recordatorio de fidelidad, un acto de amor que no cansa ni se cansa. Piropos vamos. Y a Dios le encantan los piropos.

¿QUE ES LA VOCACION?


¿QUÉ ES LA VOCACIÓN?

1. ¿Qué es la vocación? Es una llamada de Dios para una tarea que abarca la vida entera.

2. Ejemplos de vocaciones. Citemos dos entre muchas posibles:

* Vocación religiosa. En bastantes casos se puede definir como llamada divina destinada a manifestar al mundo la banalidad de lo terreno, elevando las miradas hacia el más allá. Implica un apartamiento de lo mundano para dedicarse principalmente a la oración.
* Vocación sacerdotal: llamada divina destinada a participar del sacerdocio de Jesucristo administrando los Sacramentos y predicando su doctrina.

3. ¿La vocación incluye el celibato? El celibato es un tesoro incluido en muchas vocaciones.

4. ¿La vocación es un honor o una responsabilidad? Las dos cosas. Es un honor inmenso ser elegido por Dios, y lógicamente este gran tesoro exige cumplir fielmente la tarea encomendada. El Señor ayuda con sus dones.

5. ¿Una persona corriente puede tener vocación? La vocación es un don muy grande que transforma a un hombre corriente en elegido de Dios, pero este gran cambio puede ser sólo interior. Hay vocaciones donde se busca la santidad precisamente en la vida ordinaria (ver opus dei).

B. ¿CÓMO ES LA VOCACIÓN?

6. ¿Cómo saber si se tiene vocación? Dios nuestro Señor hace oír su voz de varias maneras: en un rato de oración, a través de las palabras de una persona o de un libro, etc. Suele surgir una inquietud que, si perdura un poco, será buena señal de que Dios desea algo. Desde luego, habrá que consultar a personas entendidas. Por ejemplo, si se trata de vocación a carmelita, habrá que comentarlo con carmelitas.

7. ¿Cuál sería el proceso interior de una vocación? Se puede resumir así: en primer lugar Dios nuestro Señor agranda el corazón del elegido. Esta persona descubre en su interior un nuevo afán de amar a Dios y al prójimo, y responde afirmativamente a la llamada divina. Entonces el Señor premia la entrega generosa de la vida con los dones propios de esa vocación y con una mayor capacidad de amor que Él llena. Y el corazón rebosa de alegría.

8. ¿La vocación y el amor se relacionan? La vocación está muy ligada al amor. Es prueba del amor de Dios al elegido, y requiere que el escogido ame a Dios y a los demás:

* La vocación lleva consigo muchos dones que son un gran bien para la persona elegida. Quien recibe una vocación divina puede estar seguro de que Dios le ama especialmente.
* La vocación es una llamada que exige una respuesta generosa por parte del elegido, que deberá prescindir de otros planes para dedicar sus energías a la nueva tarea encomendada. La aceptación de la llamada es consecuencia del amor a Dios y deseo de servirle.
* La vocación es una llamada para realizar una tarea especial. Y esta misión siempre incluye contagiar a otros el amor divino.
* Con la vocación el Señor otorga las gracias necesarias para llevar a cabo la misión correspondiente. Por tanto, la vocación ensancha el corazón del elegido haciéndolo apto para recibir un mayor Amor divino que luego deberá difundir.

9. ¿Cuáles son los dones propios de una vocación? En general el mayor amor de Dios en el alma que proporciona una alegría especial y una capacidad mayor de contagiar ese amor a otros. Además, con la vocación se reciben los dones necesarios para cumplir la nueva misión encomendada. Por ejemplo, el Papa al ser elegido recibe el don de la infalibilidad, necesario para guiar a los cristianos.

10. ¿Qué sucede a quien responde negativamente a la llamada divina? Se queda triste. Pues su corazón había recibido una mayor capacidad de amor que no fue llenada. Es tristeza similar a la del egoísta que empequeñece su corazón.

Pecado Contra el Espiritu Santo


`Pecado contra el Espíritu Santo

Sabemos que no hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega deliberadamente a acoger la misericordia de Dios mediante el arrepentimiento rechaza el perdón de sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo. Semejante endurecimiento puede conducir a la condenación final y a la perdición eterna

El Pecado que no tiene perdón:

Leemos en las Sagradas Escrituras: “El que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón nunca, antes bien será reo de pecado eterno” (Mc. 3, 29)
La blasfemia contra el Espíritu Santo es imperdonable, por que se trata de rechazo radical a la gracia que Dios ofrece para la conversión. Según Tomas de Aquino, “es un pecado irremisible por su misma naturaleza, por que excluye los elementos gracias a los cuales se concede le remisión de los pecados.

Tradicionalmente se consideran los siguientes:

Desesperar de la misericordia de Dios: Esto nos quiere decir, que pensemos que hemos cometido un pecado y dudar que Dios nos lo va a perdonar, por lo duro que fue el pecado, es valida la duda, pero lo que no es valido y es pecado contra el Espíritu, es el hecho de convencernos de que Dios, no nos vaya a perdonar ese pecado, por que estamos dudando plenamente de la acción del Espíritu y de la misericordia infinita de Dios.

Presunción de salvarse sin ningún mérito: Muchas veces decimos, yo me confieso al menos dos veces por mes aunque no he cometido pecado mortal, siempre voy a misa, cumplo con mi familia, etc., y pensamos que con eso ya estamos salvados, pero olvidamos las obras de misericordia, olvidamos la humildad, la caridad y muchas otras cosas más, que también nos llevan a la gracia de Dios. El hecho del pecado contra el Espíritu en esto que les digo, no es tanto en no hacer obras de misericordia u olvidar la humildad, sino en presumir una salvación inexistente por lo dicho anteriormente.

Impugnar las verdades de la Religión: Hay que poner mucha atención en este apartado, ya que impugnar o negar las verdades de nuestra Fe, también son parte de la blasfemia o pecado contra el Espíritu, y nos preguntaremos pero de que verdades estamos hablando, esas verdades son simples, el hecho de negar la maternidad de que María es Virgen y Madre de Dios, también de que Jesús fue concebido por obra del Espíritu sin relación sexual, también el hecho de que Jesús haya mantenido la castidad a lo largo de su vida, una muy fuerte es dudar de la autoridad del Papa, ya que el mismo Jesús le dio el poder a Pedro y a todos sus sucesores, y hay muchas otras verdades de Fe que contiene la Biblia, y son verdades aunque sea difícil creerlas.
Envidiar las gracias que Dios ha dado a otros: Este al igual que los demás es grave, pero tiene una particularidad, la envidia, uno de los siete pecados capitales. El envidiar las gracias que Dios ha dado a los demás, nos lleva a cometer cualquier tipo de atrocidad, con tal de acabar con esa persona o con la gracia que Dios le ha regalado, un ejemplo para que sea mejor entendido es, una persona que es muy amable y por esa virtud tiene gran cantidad de amistades, pero hay una persona que le envidia esa virtud, por el hecho de que por su forma de ser no le permite tener amigos, y trata de desprestigiar a esa persona, diciendo o hablando cualquier mentira de ella.

Obstinación de los propios pecados: Este es uno de los mas graves, ya que como hemos tratado en apartados anteriores, se niega la gracias de Dios, y sobretodo, sabemos que estamos cometiendo un pecado mortal, pero tanto es el placer terrenal que nos brinda este pecado, que simplemente no le damos importancia a que es un pecado mortal y lo cometemos regularmente con plena conciencia.

Impenitencia Final: Es la perseverancia hasta la muerte en pecado mortal. Esta impenitencia es contra el Espíritu Santo en el sentido que frustra y es absolutamente opuesta al perdón de los pecados, y este perdón de apropiada al Espíritu Santo, el mutuo amor del Padre y el Hijo.

El catecismo de la Iglesia Católica en su número 1864, nos dice que no hay límites para la Misericordia de Dios, pero quien se niega deliberadamente a acogerla, mediante el arrepentimiento, rechaza el perdón de sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo. Semejante endurecimiento puede conducir a la perdición condenación eterna. No porque la Iglesia y el Señor no puedan perdonarle, todo lo contrario, sino mas bien porque la persona misma, voluntariamente ha rechazado este perdón y salvación dadas por Dios.

Juan Pablo II en su encíclica sobre el Espíritu Santo Dominum et vivificantem (Al Señor y Vivificador) 46-48, explica el pecado contra el Espíritu:
"Esta blasfemia no consiste en el hecho de ofender con palabras al Espíritu Santo; consiste, más bien, en el rechazo de aceptar la salvación que Dios ofrece al hombre por medio del Espíritu Santo."
Mas adelante dice: "...consiste en el rechazo radical de aceptar esa remisión, de la que el mismo Espíritu Santo es el íntimo dispensador, y que presupone la verdadera conversión obrada por El en la conciencia" Si Jesús declara imperdonable este pecado es "porque esta no-remisión está unida, como a su causa, a la no-penitencia, es decir, el rechazo radical a la conversión del propio espíritu, hacia el bien de Dios.”

Como nos lo explica el Papa, el pecado contra el Espíritu Santo consiste en la resistencia y el rechazo a la conversión. Es el Espíritu Santo el que nos convence del pecado ( Jn 16:8-9). Rechazar en nuestro corazón esta realidad y obstinarnos en el mal nos lleva a este pecado. Esta era la actitud de los fariseos, que se cerraron a la aceptación del plan divino para reconciliarse con los hombres.


Se dice que los pecados contra el Espíritu Santo son imperdonables, aunque el significado de esta afirmación variará bastante de acuerdo a cual de las tres explicaciones dadas mas arriba es aceptada.. En cuanto a la impenitencia final, esto es absoluto; y esto es fácilmente entendido, porque incluso Dios no puede perdonar donde no hay arrepentimiento y el momento de la muerte es el instante fatal después del cual ningún pecado mortal es perdonado. San Agustín, al considerar en las palabras de Cristo la implicancia de absoluta inperdonabilidad, que sostuvo que el pecado contra el Espíritu Santo es solamente el de la impenitencia final. En las otras dos explicaciones, de acuerdo a Santo Tomás, el pecado contra el Espíritu Santo es perdonable - no absolutamente y siempre, que (considerado en sí mismo) no sean extenuantes las demandas y las circunstancias, la inclinación hacia el perdon, puede ser solicitado en el caso de pecados de debilidad e ignorancia. Aquel que, por pura y deliberada malicia, rehusa reconocer la obra manifiesta de Dios o rechaza los medios necesarios de salvación, actúa exactamente igual al hombre enfermo que no solo rehusa toda medicina y alimento, sino que hacer todo lo que está en su poder para aumentar su enfermedad, y cuyo mal se torna incurable debido a su propia acción. Es verdad que, en cualquier caso, Dios podría, por un milagro, vencer el mal; El podría, por Su propia onmipotente intervención, ya sea anular las causas naturales de la muerte corporal, o radicalmente cambiar la voluntad del pecador porfiado, pero tal intervención no estaría de acuerdo con Su providencia ordinaria; y si el permite las causas secundarias para actuar, si El ofrece al hombre libre voluntad de gracia ordinaria pero suficiente ¿ quién podría tener motivo de queja?. En una palabra, la imperdonabilidad de los pecados contra el Espíritu Santo es exclusivamente por el lado del pecador tomando en cuenta los actos del pecador.

El otorga don de lenguas (Hechos, ii, 4;x, 44-47). Y en tanto habita en nuestros cuerpos, los santifica (I. Cor., iii, 16; vi, 19) y de esta manera los levantará nuevamente, un día, de la muerte (Rom., viii,11). Aunque El obra especialmente en el alma, dándole nueva vida (Rom., viii, 14-16; II. Cor., i,22; v,5; Gal., iv,6). El es el Espíritu de Dios, y, al mismo tiempo, el Espíritu de Cristo (Rom., viii,9); porque El está en Dios, El conoce los misterios mas profundos de Dios

La Vida es Dura




Si puede ser, pero a poco no, vale la pena vivirla.

Es dura cuando te sientes solo, cuando te hacen sentir mal, cuando crees que no hay nadie en quien puedas confiar, cuando te sientes sola...

Cuando el mas mínimo detalle te hace llorar, o recordar cosas que te han pasado.

¿Sabes cuando es dura la vida?

Cuando no la disfrutas, cuando no aprendes a valorar el hecho de respirar, cuando el estar vivo es lo mas maravilloso.

No les miento a mi me han pasado muchas cosas a mis escasos 16 años, he sufrido de desprecios, de humillaciones, de gente que me quiere ver abajo, de gente que me odió, de gente que nada más busca el mal, pero de esa gente estamos rodeados, yo
ahora me digo, por que buscas el mal de las personas, si hay muchas, que te hacen sentir bien.

El fracaso no existe, existen los errores.

El mundo en el que se vive, o el entorno, se lo da cada persona, los hechos son los que hablan, bien o mal, siempre lo bueno o lo malo con el tiempo, se recompensa.

Yo he sufrido maltratos físicos y psicológicos, he deseado muchas cosas que muchos gozan, la riqueza no lo da todo la pobreza tampoco, lo que te hace crecer son las ganas de salir adelante, las ganas de ser tu misma, los propósitos, las metas, lo
que quieres hacer.

Primero que todo debo pensar en mi, no buscando depender de nadie, saber que si lo quiero hacer lo haga.

Si, la vida no es fácil pero hay cada de talle, una mirada, una palabra, una sonrisa, un hola, un adiós, todo cuesta pero a veces uno se lo hace mas complicado, tal vez yo peco de ser una persona rencorosa, una persona, que todo lo vive y todo lo
siente, una persona que llora.

Una persona común como tu y como yo, la diferencia es que yo le he encontrado sentido a la vida en vez de buscar mi mal prefiero encontrar mi bien, porque tu tienes la llave de tu felicidad y porque hay una vida que vivir.

Gracias a la vida soy la persona que soy, y le agradezco a los que mas me han hecho daño, por que me han hecho mas fuerte.

Fotografia de: Everardo

El REY DE LA SELVA


Todos nosotros sabemos que el león es el rey de los animales, pero para una gran duda en la selva: existen tres leones y los tres son muy fuertes. ¿A cuál de ellos debemos rendir obediencia? ¿Cuál de ellos deberá ser nuestro Rey?
Los leones supieron de la reunión y comentaron entre si: -Es verdad, la preocupación de los animales tiene mucho sentido. Una selva no puede tener tres reyes.

Luchar entre nosotros no queremos ya que somos muy amigos... Necesitamos saber cual será el elegido, pero ¿Cómo descubrirlo?.
Otra vez los animales se reunieron y después de mucho deliberar, le comunicaron a los tres leones la decisión tomada:
Encontramos una solución muy simple para el problema, y decidimos que ustedes tres van a escalar la Montaña Difícil. El que llegue primero a la cima será consagrado nuestro Rey.
La Montaña Difícil era la más alta de toda la selva. El desafío fue aceptado y todos los animales se reunieron para asistir a la gran escalada.
El primer león intentó escalar y no pudo llegar.
El segundo empezó con todas las ganas, pero, también fue derrotado.
El tercer león tampoco lo pudo conseguir y bajó derrotado.
Los animales estaban impacientes y curiosos; si los tres fueron derrotados, ¿Cómo elegirían un rey?
En este momento, un águila, grande en edad y en sabiduría, pidió la palabra: ¡Yo sé quien debe ser el rey! Todos los animales hicieron silencio y la miraron con gran expectativa.
¿Cómo?, Preguntaron todos. Es simple... dijo el águila. Yo estaba volando bien cerca de ellos y cuando volvían derrotados en su escalada por la Montaña Difícil escuché lo que cada uno dijo a la Montaña.
El primer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido!
El segundo león dijo: - ¡Montaña, me has vencido!
El tercer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido, por ahora! Pero ya llegaste a tu tamaño final y yo todavía estoy creciendo.
La diferencia, completó el águila, es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor cuando sintió la derrota en aquel momento, pero no desistió y quien piensa así, su persona es más grande que su problema: él es el rey de si mismo, y está preparado para ser rey de los demás.
Los animales aplaudieron entusiasmadamente al tercer león que fue coronado. El Rey de los Animales.
Moraleja: No tiene mucha importancia el tamaño de las dificultades o situaciones que tengas. Tus problemas, por lo menos la mayor parte de las veces, ya llegaron al nivel máximo, pero no tú. Tú todavía estás creciendo y eres más grande que todos tus problemas juntos.
Todavía no llegaste al límite de tu potencial y de tu excelencia.
La Montaña de las Dificultades tiene un tamaño fijo, limitado. !Tu todavía estas creciendo!